La pena de muerte en el mundo
Por lo menos desde la Segunda Guerra
Mundial existe una tendencia clara a nivel mundial hacia la abolición de
la pena de muerte. En 1977, 16 países eran abolicionistas de facto,
cantidad que asciende en 2007 a 128: 89 países han abolido la pena
capital para todos los crímenes, 10 para todos excepto bajo circunstancias
especiales (generalmente en estado de guerra), y otros 29 hace más de 10
años que no la aplican. 69 países aún contemplan la pena de muerte dentro de su
legislación; varios de ellos permiten su aplicación a menores de 18 años (en
el 2006 Irán ejecutó a 4 menores, y Pakistán a uno).
La República Popular China realizó más de 3.400
ejecuciones en 2004, más del 90% del total mundial. Aunque en algunos
casos se emplea un pelotón de ejecución, China ha decidido recientemente
que todas las ejecuciones se realicen mediante inyección letal,
generalmente efectuadas empleando furgonetas de ejecución de la
marca Iveco.7 Irán realizó 159 ejecuciones en el 2004.8 En
los Estados Unidos de América, Texas es el estado que más
ejecuciones realiza, con 370
entre 1976 y 2006. Singapur es el país con más
ejecuciones per cápita del mundo, con 70 ahorcamientos para
una población de cerca de 4 millones.9
En el año 2006, se hicieron en 25 países:
Arabia Saudita
Baréin
Bangladesh
Botsuana
China
Corea del Norte
Egipto
Estados Unidos
Guinea Ecuatorial
Indonesia
Irán
Irak
Japón
Jordania
Kuwait
Malasia
Mongolia
Pakistán
Singapur
Siria
Somalía
Sudán
Uganda
Vietnam
Yemen.10
En ese mismo año, el 91% de las ejecuciones tuvieron lugar
en tan solo seis países, listados de mayor a menor cantidad:10
Cantidad de muertos en 2006
1. China (por lo menos 1.010)
2. Irán (177)
3. Pakistán (82)
4. Iraq (por lo menos 65)
5. Sudán (por lo menos 65)
6. Estados Unidos (53)
El uso de la pena de muerte está cada vez más restringido en
los países retencionistas. Japón, Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Estados
Unidos son las únicas naciones consideradas primermundistas que mantienen la
pena de muerte. Durante los años 1980, la democratización de América
Latina supuso un gran incremento en la cantidad de países abolicionistas.
Tanto la Unión Europea como el Consejo de Europa exigen de
manera estricta a los estados miembros que prohíban expresamente la
pena de muerte, con excepción del Protocolo 6 de la Convención para la
Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, que aún
autoriza el uso de la pena capital dentro de la Unión para crímenes ocurridos
en tiempos de guerra.11 Hay que notar que el único miembro que aún se
acoge a esa excepción es Bielorrusia: esa es la razón de que dicho país
esté aún excluido del Consejo de Europa. Por otro lado, la rápida
industrialización en Asia ha incrementado la cantidad de estados
desarrollados retencionistas. En dichos países, la pena de muerte cuenta con un
amplio apoyo popular, y recibe poca o ninguna atención por parte del gobierno y
los medios. Curiosamente, algunos países africanos y de Oriente
Medio en los que el apoyo a la pena de muerte es bajo han seguido la misma
tendencia de ignorar el tema.
Algunos países han reanudado la práctica de la pena capital
tras haber suspendido las ejecuciones durante largos periodos. Los casos más
notables son los de Estados Unidos, que suspendió las ejecuciones
en 1973 pero volvió a iniciarlas en 1977; la India, donde no
hubo ninguna ejecución entre 1995 y 2004; y Sri Lanka, que
recientemente ha declarado el fin de su moratoria sobre la pena de muerte, pero
que aún no ha realizado ninguna ejecución. En las Filipinas se
reintrodujo la pena capital en 1993 tras su abolición en 1987,
pero volvió a ser abolida en 2006.
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